Cuando no alcanza el amor que ofrecés y peleás una causa perdida el amor se transforma en herida que no cierra, y que no deja ver. Y ceder en la apuesta es tan duro, sin apuro y sin pausa empezás a perder. Qué iluso que fuí, sólo por amarte, creí que podía ser tu dueño así
No hay comentarios:
Publicar un comentario